Partamos de una base sobre la que asentar la serie de ‘sensatas reflexiones’ que voy a escribir a continuación:
“El dedo en el ojo del mister Mourinho es un tema de un calibre tan cutre e infantil, que tiene que ser una de las imágenes mas raras que se han visto en el fútbol en muchos años.”
Ahora analicemos la ridícula sanción impuesta tanto a José Mário dos Santos Mourinho Félix (segundo apellido sacrílego) como a Francesc Vilanova i Bayo o ‘Pito’ Vilanova (esto si que fue el colmo de lo infantil): dos partidos de sanción para el portugués y uno para el catalán más ¿600 €? de multa económica a cada uno.
Empecemos por analizar lo absurdo de sancionar a un entrenador con no sentarse en el banquillo. ¿En serio eso va a afectar al Real Madrid o al Barça? Las sanciones con partidos a entrenadores con el nivel tecnológico de comunicación que hay hoy en día no tiene ningún sentido. Ni que decir tiene que la ridícula multa económica, de la que supongo se harán cargo los clubes, es insultante en comparación con los sueldos que manejan estos personajes (que digo yo que siendo Guardiola el entrenador mejor pagado, el segundo entrenador no creo que sea mileurista).
¿Cómo sancionar entonces? Quizá con multa económica (pero una de verdad) de la que se hagan cargo los implicados, quizá con una sanción ejemplar del propio club (aquí debería haber entrado el Madrid para intentar lavar su imagen, pero tal y como están las cosas dejemos de soñar…). Aunque el terreno de la provocación no esta solo en el campo madridista, y si no recordemos como Guardiola echa una cerilla encendida en un montón de pólvora:
El Comité de Competición ha hecho el ridículo en este asunto, demostrando que, si el equipo al que hay que sancionar es grande, mejor pasar de puntillas para no liarla mucho. Pero esto no es nuevo; todavía espero, iluso de mi, que se sancione al Barça del que era el venerado Guardiola capitán, por no querer jugar una semifinal de Copa, o que se cierre el Camp Nou por el asunto del cochinillo (y de los móviles que había al lado). Como diría el pelirrojo, si lo del dedo lo hace Pacheta, el Oviedo desaparece (pero Pacheta es un manta, que quede claro…). Otra diferencia más entre este humilde madridista y el culé al que respondo. Los dos grandes clubes de este país son iguales en estos lares, pero para el gran Chak, la paja en el ojo ajeno se ve muy clara, sin embargo la viga en el propio…
Si que las comparaciones son odiosas. Y, hablando de mezclar churras con merinas, haber cuando sancionan a Messi por darle tantas patadas al balón, por que si eso lo hace en baloncesto… No, espera, Messi juega al rugby, ¿no?
No, le gusta más la natación.